Derribando el mito del “estudiar mientras trabajas es un infierno”

Mi caso es de vicio, de bien joven decidí que dedicarle todo el día al estudio era una pérdida de tiempo, y ya empecé bachillerato nocturno mientras trabajaba de aprendiz de prótesis en casa de un ortodoncista, Florentino, en Barcelona. Tenía dieciséis años y recuerdo vivir la muerte de Franco entre enmuflados y retenedores y tres días de música sacra obligada. Cuando empezaron los primeros estudios regulares de prótesis en mi país, también estaba trabajando, con más responsabilidades y lo conseguí aprobar sin problemas. 

Desde entonces que he seguido estudiando, en diversas áreas y carreras que me interesaban, porque el estudio a distancia no es cosa de ahora, es bien antiguo. Y si no estudiaba cómo alumno, estudiaba aún más como profesor, que es cuando realmente se aprenden las cosas, cuando tienes que enseñarlas.

Cuál es el problema que genera el mito, bueno, uno de tantos problemas de la educación presencial y tradicional, aunque sea a distancia. Que todo se basa en el estudio memorístico, la cuestión es que si tienes gran memoria, aunque seas un auténtico imbécil, apruebas de calle y con nota. ¿Es un sistema válido? Pues no. Además hay más inteligencias, visual, espacial, manipulativa, de relación, creativa, emocional, colaborativa…, aparte de la lingüística y lógico-matemática

Y esas primeras inteligencias que he nombrado, las de la manipulación, la visual, espacial, manipulativa, creativa, (kinestésicas) son especial patrimonio del protésico y, buena noticia, se realizan bastantes más millones de conexiones sinápticas cerebrales realizando trabajos de destreza fina, que estudiando una carrera. Entonces, es normal, que los surcos, carreteras, autopistas cerebrales de los protésicos están labrados para esos trabajos de precisión, más que para recordar, acumular y repetir después de un barrido de búsqueda neuronal. Resultado, ante los estudios tradicionales nos cuesta más, y también por hábito, nuestra propia carrera, además de corta, es eminentemente práctica. 

Derribemos barreras, un protésico, es capaz de ver soluciones directas, e inmediatas donde otros elucubran, recopilan, analizan, reflexionan y dudan… nosotros accionamos y lo vemos claro, desde ya… ¿te suena esto? Venga, sonríe colega, eres tan o más inteligente que un sesudo catedrático, pero… nunca se te reconocerá, ni falta que te hace ( y eso lo trabajaremos).

Tienes el mejor trabajo del mundo, lo único que está mal gestionado, pero en eso estamos, trabajar mucho menos para ganar mucho más.

¿Cómo he estudiado yo mientras trabajaba físicamente?. 

Me encantan los libros, estoy rodeado de miles, y son útiles para el docente, pero para el nuevo paradigma, necesitamos otra visión.

Fácilmente, pues una ventaja que tenemos, es que no usamos las orejas para hacer prótesis, y vaya si es una buena baza. Audiolibros, clases grabadas, podcast, vídeos de conferencias… son ideales para escuchar, aprender y vibrar con esa información de crecimiento, en lugar de la música, que la dejamos para conducir, pasear, y vivir con una banda sonora. (la música es imprescindible para el crecimiento del Ser)

Los ceramistas, los modelistas, los que trabajamos con las manos, estáticamente sentados, sin hacer trabajo intelectual, somos especialmente aptos para aprender con la nueva educación que se está abriendo paso, por efectiva y elástica, el vídeo corto y los audios de complemento.

El vídeo corto, micro temático, te permite escuchar, repetir, ver cuando interesa y asimilar antes de volver a visionar si no queda claro.  Si además de eso, hay una señal cuando se cambia de imagen o aparece una, nuestro trabajo no se merma, pero nuestro aprendizaje se dispara, porque lo fijamos con lo que más amamos, nuestro trabajo y nuestras manos. Para recordar, ya tenemos herramientas específicas que nos ayudarán en nuestro trabajo psicoprotésico, lo importante es entender el concepto.

Pero es que además estas estudiando lo que tienes en tus manos, y de repente aquel canino, del que habla el vídeo, es justo el caso que estas haciendo, y ese 13 te está hablando de las leyes y las normas y empiezas a mirar con otro prisma esa boca, y ves que tiene un 15 tocado, muy tocado, necesitaría una funda, pero ya lo estás relacionando con una traición, porque lo has asimilado, ¿osea que está sufriendo por leyes y normas y tiene una pieza así? y ya te imaginas las preguntas que harías, para que sea la persona que vaya soltando ese veneno que le consume…,  y así, es que vas fijando conocimientos y con el tiempo y más módulos vas encajando y entendiendo de los flujos, de las energías del humano cuando no se puede expresar, cuando lo reprimen… Y DE REPENTE ESA BOCA ES UN LIBRO ABIERTO EMOCIONAL PARA TI, Y TU SABES QUE PUEDES AYUDARLO, NO SOLO CON EL ARTE DE TUS MANOS, CON LA PALABRA QUE SALE DE TU CORAZÓN. Es entonces cuando empiezas a ser PSICOPROTÉSICO casi sin darte cuenta. 

Durante los estudios, aprenderemos que nuestra inteligencia kinestésica (corporal) juega a nuestro favor. Sabemos mover el cuerpo con precisión mecánica tal que los actuales robots justo ahora empiezan a poder sujetar un huevo sin romper la cáscara. 

Recuerdo una fábrica suiza de robótica avanzada, (camuflada como muchas allí, en el interior de la ladera de una montaña) que escondía en su bunker interior las más avanzadas máquinas de fresado de precisión. Era el año 98 y buscaba máquinas para fabricar mi patente, tenían una que me interesaba especialmente, podía copiar el movimiento de mi mano, siguiendo el proceso de tallado del titanio, para conseguir la pieza que quería sin tener que programar más que las macros. El problema, es que lo que hacía graciosamente y sin esfuerzo mi mano con el testigo copiador, significaba para el robot fresador tantos miles de millones de operaciones matemáticas, que pudimos ir a comer tranquilamente mientras procesaba. Evidentemente no me interesó, aprendimos a programar.

Inteligencia kinestésica, no lo olvides, eres una máquina perfecta porque tu inteligencia está repartida entre todas las células de tu cuerpo, y como aprenderás más adelante en la mentoría, tu cuerpo es el depositario de tu inconsciente en una proporción de entre un 95 a 97%, mientras que tu mente, que es tu consciente sólo lo es del 3 al 5%.O sea, todo lo que estudiamos, razonamos, politicamos (se comprende) está en este 5 % de la razón…?

Chic@s ganamos de goleada en inteligencia, osea que “el Mito de estudiar mientras trabajas es un infierno”, para nosotros protésicos, ¡¡derribado!!.

Gracias por leer hasta aquí. 

Josep Grau

Psicoprotésico